Cuando eramos niños, la ilusión del año era este dia tan esperado, pero ¿siempre recibimos lo que pediamos?, a mi por lo menos me quedaron mal varias veces, recuerdo que siempre perdia Barbies, o sus muebles o algun accesorio que estuviera de modo y me traian algo completamente distinto, jajaja.
Pero que hermoso es este día en el que no duermes por los nervios de saber a que hora llegan, si los podrás ver, y ni dormimos por esta espera y en unos segundos que dejamos la vigilia y nos entregamos al sueño ¡aparecen los regalos! , ¡saltamos emocionados e ilusionados!, corremos hasta donde dejamos nuestra cartita, o nuestro zapato viejito, ya sea en el arbol o en la entrada de nuestro hogar y... ¡ahi estan!, euforicos los empezamos a abrir y entonces gritamos alegremente porque recibimos lo que pedimos o aunque un poquitin desilusionados pero contentos procedemos a jugar con ellos, ¡sea la hora que sea!.
Ahora que somos mayores y en algunos caso somos padres guardamos estos recuerdos y en dias como estos nos acordamos y vemos con alegria como nuestros hijos van acumulando también sus propios recuerdos... Feliz Dia de Reyes!
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